La avenida principal de Calama (junto a un establecimiento educacional) lleva el nombre de José Manuel Balmaceda. Pero, ¿quién fue la persona que en vida poseyó este nombre y la hizo meritoria para que al menos su apellido sea conocido entre los calameños?
José Manuel Balmaceda fue un político chileno del siglo XIX que fungió como Presidente de la República entre los años 1886 a 1891. Abogado y periodista, Balmaceda trascendió en la historia de Chile por tratar de industrializar el país con magnos proyectos de infraestructura pública, aprovechando la bonanza económica que se vivía producto de la victoria tras la guerra del Pacífico.
No obstante, al cruzarse estos intereses con algunos empresarios ingleses y congresales chilenos, llevaron a Balmaceda a una crisis institucional que decantó en la cruenta Guerra Civil de 1891, en donde el Presidente fue derrotado.
INICIOS
Balmaceda nace en Bucalemu el 19 de julio de 1840 en una familia aristocrática. Realizó sus estudios en los Sagrados Corazones (Padres Franceses) y terminó sus humanidades en el Seminario Conciliar. Ingresó tempranamente a la política y con sólo 24 años fue electo diputado.
De tendencias liberales (podríamos decir hoy en día, progresistas, pero no en el sentido de comunista, sino que de libertad de pensamiento y creencias), su vida política comenzó a tener relevancia bajo el gobierno de Domingo Santa María, quien lo nombró sucesivamente ministro de Relaciones Exteriores, de Defensa y del Interior.
De esta manera Balmaceda se convierte en el sucesor natural de Santa María, postula a la presidencia y las gana, asumiendo como presidente en septiembre de 1886. En este aspecto cabe contextualizar que las arcas fiscales del país vivían una bonanza dado a que tres años antes, Chile había ganado la guerra a Perú y Bolivia, haciéndose con los territorios de Antofagasta, Tarapacá, Arica y Tacna, por lo cual aumentó los ingresos por la explotación del salitre.
El gobierno de Balmaceda fue controvertido para su época. Fue el Presidente que inauguró los viajes a las regiones, siendo el primero en visitar el norte de Chile. Ejecutó un fuerte plan de industrialización del país, el cual contempló ramificar vías férreas en distintas regiones y además ordenó la construcción de establecimientos educacionales en todas las comunas.
Asimismo también entró en conflicto con el clero al tratar de secularizar aún más la política, la cual en ese tiempo estaba fuertemente influenciada por los dictámenes de la iglesia católica. Todos estos factores llevaron a empresarios ingleses (principalmente John Thomas North) y miembros del congreso a restar apoyo al Presidente.
GUERRA CIVIL
Las desavenencias entre el Ejecutivo y Legislativo escalaron a tal nivel que terminó por desencadenarse una guerra civil que comenzó en enero de 1891, teniendo el Congreso el apoyo de la Armada y el Presidente el apoyo del Ejército.
Tras más de medio años de escaramuzas menores, finalmente el conflicto se decidió en las maratónicas batallas de Concón y Placilla en agosto de 1891, donde los congresales se impusieron al Presidente con la completa derrota del ejército.
Balmaceda, negándose a salir del país, buscó asilo en la embajada de Argentina en Santiago. Ahí, solo y sin ningún tipo de apoyo, a merced del linchamiento esperó un par de semanas a que se terminase su mandato, el cual concluía el 18 de septiembre. Llegado ese día, Balmaceda escribió cartas a familiares y amigos, se recostó sobre su cama, empuñó el revolver y se descerrajó un tiro en la sien.