Unas 120 familias pertenecientes la barrio Esperanza (conformada por los primeros habitantes que abandonaron la toma Frei Bonn, previo al gran incendio de 2018) se manifestaron por el centro de Calama debido a que, a más de un año de constituirse en un nuevo barrio entre las calles Tocopilla y Yarur, aún no cuentan con conexión a luz eléctrica.
Según manifestó su dirigenta, Ruth Antonella Flores “lo hicimos porque llevamos más de un año haciendo trámites con CGE ( Compañía General de Electricidad ) para que ellos nos instalase un transformador, el cual tiene un coste de unos $14 millones y medio y que esos trabajos durarían entre tres a cuatro meses en instalarlo fuera del barrio particular. Eso fue hace más de un año y hasta la fecha no ha pasado nada”.
Asimismo la mujer explicó que la instalación de dicho generador lo están costeando ya que quienes integran el barrio Esperanza pagaron un monto por familia para los trabajos, pero pese a ello aún se retrasa la obra.
“Llevamos más de un año utilizando generadores, éstos no duran un año por lo que muchos ya hemos comprado un segundo generados para funcionar, además no siempre hay plata para comprar combustible, por lo que algunos vecinos se iluminan con velas por la noche. Acá a las 18.00 horas queda todo oscuro, y la empresa nos sigue postergando”, dijo Flores.