Un 25 de abril de 1844, bajo el gobierno del presidente chileno Manuel Bulnes Prieto, España, antiguo imperio que tuvo bajo su jurisdicción a la totalidad de los países de América latina, reconocía oficialmente la independencia de Chile.
Recordemos que Chile, siendo antigua colonia de España (en ese entonces, Capitanía General de Chile) inició un movimiento de independencia en 1810, año en el cual se inició el movimiento político para la separación, y que culminó el 12 de febrero de 1818 (tras una sucesión de violentas batallas) con la declaración de la independencia, firmada por el libertador Bernardo O’Higgins Riquelme.
No obstante, las hostilidades con los realistas (españoles) no concluyó ahí. Más de un mes después de la declaración se libró la gran batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, en donde finalmente el Ejercito Libertador, liderada por José de San Martín logró quebrar a la mayoría del ejercito realista, comandada por brigadier realista Mariano Osorio.
GUERRA A MUERTE
Pero el quebrado Ejército Realista no se fue definitivamente. Una sucesión de violentas reyertas y combates en el sur de Chile, conocida en la historia como “Guerra a muerte” donde el debutante ejercito chileno tuvo que batir a las últimas resistencias españolas se extendieron hasta la firma del tratado de Tantauco, en enero de 1826. Este tratado de “paz” terminó con los últimos focos de resistencia española, quienes para ese momento, se encontraban rodeados y asediados en el puerto de Valdivia.
Cabe manifestar que una figura fundamental de estas campañas de la Guerra a Muerte fue el joven militar Manuel Bulnes Prieto, quien años después sería fundamental para el reconocimiento de la independencia chilena.
Pese a que Chile comenzó a forjarse como República a partir de 1830 bajo la férula del estadista Diego Portales Palazuelos, España, pese a que ya no tenía control sobre su antigua colonia, seguía sin reconocer la independencia del país criollo.
FIRMA DEL TRATADO DE PAZ
Fue, no obstante, 26 años después de la declaración de la independencia en que España, al fin, reconoció la independencia de Chile. Este hito se dio con la firma del “Tratado de Paz y Amistad entre España y la República Chilena”, nombrando como primer ministro plenipotenciario en Santiago a Salvador de Tavira.
Para esta firma, los jefes de Estado en los respectivos signantes era Manuel Bulnes Prieto como presidente de Chile (y como mencionamos, excombatiente de las guerras de la independencia y la guerra a muerte) y la reina Isabel II de España.
La cordialidad no duró mucho, pues poco más de 20 años después, estas relaciones se cortarían producto de la guerra hispano-sudamericana, un conflicto bélico que involucró a Chile, Perú, Bolivia y Ecuador contra España. En esta guerra (principalmente naval) debutaron jóvenes oficiales como Prat y Condell, quienes años más tarde se transformarían en los máximos héroes de guerra de Chile.