Con el objetivo de avanzar en la transición energética y tecnológica en la gran minería, el Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM) y AbastibleTec, firmaron una alianza de colaboración, donde se contempla el desarrollo de proyectos orientados a mejorar la eficiencia en el uso de la energía, la descarbonización y la formación de capital humano especializado.
El acuerdo pone foco en la incorporación del hidrógeno verde y las energías renovables no convencionales (ERNC), como también reconoce el potencial transformador de la digitalización, el análisis de datos, la modelación avanzada y la incorporación de tecnologías de vanguardia para optimizar procesos productivos en el sector minero.
José Antonio Díaz, gerente general de CEIM, expresó que este trabajo conjunto es positivo para los desafíos operacionales de la industria. “Esta alianza nos permitirá conocer nuevas tecnologías y nuevas formas de abordar los desafíos que hoy presenta la minería”, dijo.
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Por su parte, Ignacio Mackenna, gerente general de AbastibleTec, precisó que “con este convenio lograremos unir fuerzas para desarrollar nuevas soluciones de inteligencia energética, con el objetivo de ofrecer a clientes mineros oportunidades concretas de reducción de costos, aumento de productividad y baja en emisiones”.

Ámbitos de colaboración
El acuerdo va a permitir la generación de pilotajes en proyectos de eficiencia energética, adhiriendo al proceso la formación técnica especializada en energías limpias e innovación tecnológica. Asimismo, establece el uso conjunto de infraestructura y capacidades de ambas instituciones para implementar soluciones aplicadas y con fines formativos, junto con la identificación de tendencias y buenas prácticas que permitan acompañar la evolución del sector industrial hacia modelos productivos más sostenibles e inteligentes.
Esta alianza se enmarca en la estrategia de formación de CEIM, una hoja de ruta que articula formación, infraestructura tecnológica y colaboración con actores clave del ecosistema energético nacional. Ambas instituciones coinciden en que este acuerdo marca el inicio de un trabajo que responde a los desafíos de la minería del futuro, aportando eficiencia, sostenibilidad y preparación del capital humano para la transición energética global.