Aunque muchos conductores lo desconocen, mojar a un peatón al pasar con un vehículo por una calzada con agua es una infracción sancionada por la Ley de Tránsito chilena. La normativa establece que, ante la presencia de charcos o acumulación de agua en la vía, los conductores tienen la obligación de tomar precauciones para no afectar a los peatones.
Este tipo de conducta está clasificada como una falta menos grave, y la multa puede oscilar entre 0,5 y 1 UTM, lo que equivale a un monto de aproximadamente $34.392 a $68.785 pesos chilenos, según el valor actualizado de la Unidad Tributaria Mensual (UTM) correspondiente a junio de 2025.
En caso de verse afectado por esta situación, cualquier peatón puede realizar una denuncia en la comisaría más cercana, proporcionando la patente del vehículo involucrado. Esto permitirá a las autoridades cursar la infracción correspondiente al conductor.
Esta normativa tiene como propósito resguardar la integridad y dignidad de los peatones, especialmente en días de lluvia o condiciones climáticas adversas, donde la acumulación de agua en las calles puede representar una molestia y un riesgo adicional para quienes transitan a pie.