A principios de abril pasado en Países Bajos se detectó una importante operación de narcotráfico vinculada con Chile, la cual generó una coordinación internacional para una entrega controlada e intercambio de información con el Servicio Nacional de Aduanas, Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones (PDI) y la Unidad Especializada del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía de Tarapacá.
Producto de estos primeros indicios y una meticulosa labor de inteligencia realizada por el Departamento de Drogas y Delitos Conexos de la Dirección Nacional de Aduanas, se lograron identificar dos envíos de carga marítima desde Europa a los puertos de San Antonio e Iquique, cuyos indicadores apuntaban al contrabando detectado en Países Bajos.
De esta forma se ejecutaron dos procedimientos en los puertos chilenos donde se logró la incautación más grande en la historia de Chile y Sudamérica para MDMA o éxtasis: 474.322 comprimidos de MDMA o éxtasis, con un peso bruto de 325 kilos.
“Quisiera destacar el trabajo coordinado que se logró realizar. Eso es muy importante en materia de crimen organizado. Y aquí nosotros podemos ver que ha colaborado el Servicio Nacional de Aduanas y la Policía de Investigaciones, los analistas y los funcionarios de Aduanas encargados de fiscalizar las cargas en el puerto de Iquique, y se ha coordinado además el trabajo con la Fiscalía”, explicó Paola Apablaza, jefa del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de la Fiscalía de Tarapacá.
Por su parte, la Subdirectora de Fiscalización de Aduanas, Ana Karina Ochoa, destacó que “este decomiso es histórico no sólo por ser un trabajo conjunto entre el Ministerio Público, Aduanas y la Policía, sino porque es el más grande de este tipo de drogas sintéticas que haya ingresado al país por la zona norte, y además involucra un trabajo de inteligencia entre la Aduana de San Antonio, la Aduana de Iquique y de la Subdirección de Fiscalización. Bajo la coordinación de la investigación de la Fiscalía hicimos uso de todos nuestros recursos, con una fuerte labor de inteligencia para detectar estos cargamentos que venían vía marítima por el puerto de San Antonio y en tránsito hacia Iquique ocultos en un compresor, y luego detectando el mismo tipo de droga con los mismos operadores en vehículos que ingresaban por el puerto de Iquique”.
El jefe de la Prefectura Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado Norte, prefecto Rodrigo Fuentes, indicó que hay “trabajo en conjunto importante en el sentido de realizar los contactos, trabajo de inteligencia e investigación, que lograron determinar el ingreso por los puertos de San Antonio e Iquique de importantes cantidades de drogas”.
SAN ANTONIO E IQUIQUE
El primer procedimiento ocurrió a mediados de mayo, cuando a partir de la información recabada a través de los sistemas de análisis de datos e inteligencia de Aduanas, se realizó una intervención en una empresa extraportuario (donde se almacenan cargas de comercio exterior) de San Antonio, sobre una mercancía que tenía programado un transbordo hacia la ciudad de Iquique y cuyo origen justamente era Países Bajos.
Esa carga correspondía a un compresor y, tras abrirlo con herramientas, los funcionarios de la Administración de Aduanas de San Antonio y la PDI comprobaron los datos de inteligencia: en la máquina habían escondidas 149.560 grajeas o pastillas de MDMA, equivalentes a 65 kilos. A través de una entrega vigilada de la PDI y la Fiscalía, el compresor siguió rumbo a Iquique, sumando una arista más a la investigación.
Posteriormente, y siguiendo con la información asociada a los procedimientos de Europa y el puerto sanantonino, los primeros días de junio Aduanas identificó 3 vehículos usados enviados desde Países Bajos directamente al Puerto de Iquique para ser internados a Zona Franca: dos Mercedes Benz y un Renault.
Una vez apartados, los equipos de fiscalización de la Aduana Regional de Iquique y la PDI procedieron a la revisión física de los vehículos, usando el camión escáner de Aduanas y otras herramientas, descubriendo que los autos ocultaban éxtasis en diversas partes de sus carrocerías. Esta incautación fue aún más cuantiosa que la anterior: correspondió a 324.762 comprimidos de MDMA, equivalentes a 260 kilos.
Paralelo a estos procedimientos, la entrega controlada de la caravan arribada desde Europa fue monitoreada constantemente por Aduanas, la PDI y la Fiscalía para cumplir con las instrucciones de entrega controlada internacional. A través de la entrega vigilada de las cargas de los 3 procedimientos, que fueron recibidas por sus destinatarios, y se logró la detención de 5 personas de la organización.