Con el emocionante arranque de la temporada de vacaciones, marcada por la efervescencia de la alegría y el deseo de disfrutar, surge la inquietud entre padres y apoderados sobre cómo convertir este tiempo libre en una experiencia que no solo sea recreativa, sino también enriquecedora y educativa para niños y jóvenes.
En ese sentido, la directora de la carrera de Psicopedagogía de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales (FECS) de la Universidad Andrés Bello, Pamela Araya, explica que las experiencias educativas durante las vacaciones no solo evitan que los niños pierdan el ritmo académico, sino que también contribuyen al desarrollo continuo de sus habilidades cognitivas y sociales.
Para enriquecer las vacaciones con aprendizaje significativo, la experta en Psicopedagogía comparte las siguientes recomendaciones:
1. Descubre sus intereses: El primer paso es comprender los intereses únicos de cada niño. Adaptar las actividades a estas preferencias, ya sea a través de proyectos artísticos, cocina o paseos en bicicleta, no solo entretiene, sino que también fomenta la curiosidad y el aprendizaje significativo.
2. Aprendizaje en familia: Transforma las actividades cotidianas en lecciones de aprendizaje en familia. Proyectos colaborativos, como la cocina o la creación de bitácoras de experiencias, promueven el trabajo en equipo y la creatividad, convirtiendo momentos simples en oportunidades educativas.
3. Juego como herramienta educativa: En un mundo digital, el juego intencionado cobra un papel crucial. Rompecabezas, juegos de mesa y actividades al aire libre no solo son entretenidos, sino que también desarrollan habilidades cognitivas y sociales, alejando a los niños de las pantallas electrónicas.
4. Conversaciones con los abuelos: Conectar con las generaciones mayores en el hogar agrega valor a la experiencia. Fomenta diálogos donde los mayores comparten sus experiencias y enseñan habilidades tradicionales. Estas interacciones no solo fortalecen los lazos familiares, sino que también transmiten conocimientos valiosos.
5. Exploración fuera del hogar: Amplía las opciones más allá del hogar con cursos, talleres y actividades fuera de lo común. Desde eventos culturales hasta deportes, estas experiencias permiten a los niños explorar nuevos intereses y habilidades en entornos más amplios.
6. Transición a la vida adulta: Para los jóvenes que se preparan para la vida adulta, talleres de transición proporcionan estrategias de apoyo. Estas alternativas no solo ofrecen orientación sobre la vida adulta, sino que también facilitan la transición hacia la educación superior.
Con estas recomendaciones, la directora de la carrera Psicopedagogía de la UNAB no solo ofrecen un enfoque educativo durante las vacaciones, sino que también subrayan la importancia de fortalecer los vínculos familiares y aprovechar cada momento como una oportunidad para el crecimiento integral de los niños y jóvenes.