Cuando una institución como la nuestra cumple otro año de vida –de funcionamiento y de servicio a quienes nos debemos, los pacientes–, está sumando años de experiencia, de historias de vida de quienes son objeto de atención y de aquellos que las brindan. También, páginas de historia en rehabilitación, logros internos y aperturas a la comunidad. En fin, todo aquello que el devenir de una entidad como la nuestra trae consigo.
Sin embargo, este aniversario es mucho más que eso, ya que está inmerso en dos hitos que nos marcarán para siempre: el estallido social de 2019 y la pandemia que inició en 2020 y que abarca nuestro interés actual y futuro.
Bajo esa mirada, pareció que todo se remecía. Nuestra manera de atender a pacientes con altos estándares de calidad, con una permanente búsqueda de mejoras y una búsqueda constante de desarrollo que nos permitiese incrementar nuestro liderazgo, tuvo que ser repensado. Pasamos a un estado de permanente creatividad e innovación, tanto en el cuidado de nuestro patrimonio, que son los trabajadores, como en quienes son el centro de nuestro quehacer, nuestros queridos pacientes y sus familias. Se nos vino encima algo que nos impulsó a seguir más presentes que nunca, donde el concepto #TodosLosDías estaba más arraigado que nunca en el instituto.
Palabras como Engagement, abordaje de usuarios, experiencia de servicio, cuidarnos, entre otras tantas, se incorporaron a nuestro lenguaje institucional, acompañándonos así en nuestro día a día. Es por esto que este nuevo aniversario nos hace reflexionar sobre cuántos desafíos hemos enfrentado con éxito, cuántos hitos nos han marcado y cuánta cohesión hemos logrado aunando esfuerzos y objetivos comunes.
Y no ha pasado inadvertido. Nos hemos hecho presente en nuestra comuna y el Alto del Loa. Por ejemplo, cuando el hospital demandó nuestra colaboración (hasta ahora), o cuando en lejanas localidades había usuarios que requerían de nuestra presencia y ayuda bajo cuarentena, poniendo en riesgo nuestra propia salud. Pero nuestro sentido de servicio a ellos fue más fuerte.
Por eso, esta reflexión debe ir aún más allá, sobre todo porque la sociedad ha cambiado. Es necesario reconocer que nuestra zona tiene otras inquietudes y necesidades, o nuevos desafíos que buscan ser escuchados en la búsqueda de una solución o alternativa. Entonces, ¿estos ocho años son un aniversario más? La respuesta es clara y rotunda: no.
Teletón Calama y su equipo están y estarán dispuestos y unidos en torno a lo más importante, que es brindar la mejor atención y de calidad posible a nuestros usuarios y sus familias. De seguro el futuro nos traerá otros avances y desafíos, pero ellos siempre podrán contar con nosotros.