Los diputados de Renovación Nacional, José Miguel Castro, Ximena Ossandon y el diputado independiente Tomás Lagomarsino, ingresaron un proyecto de ley que busca prohibir cualquier tipo de incitación y/o llamado a consumir drogas y al uso y porte ilegal de armas de fuego y fogueo en canciones y videos musicales en todos los establecimientos educacionales y en todas las actividades que realicen fuera del propio recinto, pero dentro del ámbito educacional, incluyendo recreacionales.
Lo anterior, responde a la creciente preocupación sobre hechos de violencia y drogas en que se han visto involucrados niños. Según informó Carabineros, por ejemplo, de los 3.155 jóvenes detenidos por robos en el último año y medio, el 65% ha cometido robos violentos (2.058), los que incluyen portonazos y encerronas. De hecho, por este último tipo de delito, han sido aprehendidos 317 NNA, de los cuales el 61% tenía entre 16 y 17 años al momento de infringir la ley, incluso hay 28 que registran al menos dos detenciones por robo violento de vehículo.
A eso se suma la irrupción de la nueva droga rosa, denominada “Tussy” entre los más jóvenes que está compuesta por ketamina, anfetaminas y colorantes, y si bien, su decomiso ha aumentado en un 1.400% (En el año 2019 se habían incautado 789 dosis y el año 2020 esta cifra llegó a las 12.396 dosis) no hay datos oficiales del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), respecto de su penetración en escolares, aunque sí respecto del consumo de drogas en general y donde los estudiantes chilenos lideran a nivel continental.
Las drogas más consumidas por éstos son: tabaco, marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes.
En este sentido, el diputado José Miguel Castro dijo que “no podemos permitir que ahora los delincuentes tengan bandas sonoras y que sean ejemplos para los niños; en el entorno educacional no lo permitiremos. Porque los niños están en plena formación y debemos procurar que el colegio sea un lugar seguro, donde prevalezcan contenidos que fomenten buenas prácticas y no repliquen ejemplos que pueden ser nocivos para su desarrollo. Es lógico que fuera de ese contexto pueden enfrentarse a juegos violentos, películas etc, pero el Estado debe procurar un ambiente sano y libre de violencia, drogas y armas”.
Así mismo, Castro agregó que “autos fabulosos, mansiones, joyas, armas y drogas aparecen recurrentemente en los videoclips. Eso está permeando a nuestra juventud, a nuestros niños de manera preocupante, quienes las normalizan como si el consumo de drogas o el uso de armas fuera algo permitido. Con este proyecto buscamos ponerle un atajo a la difusión de contenidos que promuevan estas conductas, al menos, en el entorno educacional donde los niños deben estar cuidados y protegidos”.
Por su parte, la diputada Ximena Ossandón dijo que “hoy como sociedad estamos viendo una situación que es muy preocupante. Estamos siendo testigos de cómo nuestros hijos, nuestros niños, nuestros nietos están viviendo conductas que no son normales para el desarrollo ni físico ni psicológico que están viviendo. Hemos visto situaciones de violencia, y hechos que no corresponden y que nos abruman muchísimo”.
“Este proyecto pretende proteger a los niños desde pequeñitos de que no se nutran de ciertas canciones o medios audiovisuales que los insten a consumir drogas o a portar armas al igual como se hace con el alcohol. Queremos que el colegio sea un espacio protegido que esté en plena concordancia con los padres, con el fin de que los niños tengan esa libertad de poder desarrollarse en toda su potencialidad de la forma más natural posible”, agregó la diputada.
Mientras, Tomás Lagomarsino apuntó a que “estamos sumamente preocupados por la cantidad de hechos delictivos, porte de armas, participación en delitos de alta connotación social y en narcotráfico con participación de menores de edad, por eso es que tenemos que ponerle atajo ahora, de forma clara, sin matices”, asegurando que “si bien, no toda la música urbana promueve la violencia, el consumo de drogas y las armas, debemos frenar a los que la promueven”.
Cabe destacar que de aprobarse esta iniciativa regiría en todos los establecimientos educacionales, pero, además, se extenderá en todas las actividades recreacionales que se realicen fuera de éste pero en el mismo ámbito educacional, como paseos de curso, kermeses y actividades extraprogramáticas y que, de incumplirse, la sanción podría llegar a las 500 UTM (30 millones de pesos).
La iniciativa, fue firmada además por los diputados RN Sofía Cid Versalovic, Sara Concha Smith, Marcia Raphael y Andrés Celis, además de René Alinco Bustos (IND-PPD).