El Consejo de Monumentos Nacionales declaró como monumento histórico la vieja Estación Valdivia, terminal de trenes de inicios del siglo XX ubicado en la calle que lleva ese nombre, en el sector centro norte de Antofagasta.
Cabe destacar que la decisión de la declaratoria se realizó en la última sesión del pleno del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), antes del receso de febrero del presente año, cuando sus integrantes decidieron, por amplia mayoría, aprobar la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional (MN), en la categoría de Monumento Histórico (MH), de la Estación Valdivia del Ferrocarril Antofagasta Bolivia y Zona Típica (ZT) el Conjunto Patio Sur del Ferrocarril Antofagasta Bolivia, ubicados en la comuna de Antofagasta, pero no fue sino hasta el pasado 09 de septiembre cuando se publicó en diario oficial el correspondiente decreto perteneciente al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Subsecretaría del Patrimonio Cultural.
HISTORIA
Desde su puesta en marcha en 1916, la Estación estuvo operativa por casi 60 años. Hubo altos y bajos. Para la crisis económica de los años 30, producto del “crac del 29” se redujeron costos de operación modificando rutas, restringiendo recorridos y hasta, a veces, suspendiendo el servicio completo. Fue por esta época que un accidente en el patio sur donde se mantenía la estación hizo nacer otro hito de la ciudad.
En julio de 1924, una locomotora que debía partir de madrugada a las salitreras con cargamento de petróleo hizo explosión matando en el acto a cuatro obreros, entre ellos al joven sereno Evaristo Montt, cuya animita es hoy la más conocida y visitada de Antofagasta.
Para los años 30 la crisis era total. La publicación de la revista de Investigación Histórica Isaac Arce, expone que “se suprime el tren diario de Antofagasta a Calama.
De este modo, el tren de pasajeros fue lentamente disminuyendo. Una década más tarde, la estación se había quedado sin público debido a la paulatina clausura de sus servicios”.
En 1975 deja de funcionar el “Longino” y con ello, cesa la actividad de la “Nueva Estación”. El FCAB cercó el edificio y por casi 50 años ha estado impertérrito en su misma ubicación. Más una gestión le da hoy otra oportunidad a la estructura.