Este lunes 15 de julio se conmemora un siglo del accidente que dio paso a una de las animitas más reconocidas de Antofagasta y del país. Se trata de la animita de Evaristo Montt, emplazada en calle Valdivia.
Por décadas, a este lugar han llegado un sinnúmero de fieles a solicitar y agradecer favores. Una extensión de más de 43 metros de muralla llenas de placas así lo atestiguan. Se sabe que Montt murió en un accidente ferroviario el 15 de julio de 1924, pero ¿qué se conoce de él más allá de su trágico final?
El medio de historia pampina DonCaliche.com recabó documentos inéditos que dieron con la edad exacta del malogrado sereno, su sueldo e incluso sus orígenes, constatando también que no fue la única víctima de esa aciaga madrugada.
ORIUNDO DE LA ARAUCANÍA
Hay mucha información contradictoria sobre la vida de este joven. El libro “L’Animita, hagiografía folkórica” de Oreste Plath de 1993, reseña que Montt, al momento de su muerte tenía 36 años, su nicho en el cementerio municipal de Antofagasta indica que tenía 24, y el parte de la empresa Ferrocarril que registró el accidente asegura que tenía 22.
Una investigación realizada por Don Caliche consultando viejas actas del Registro Civil dio con su certificado de nacimiento, constatando que José Evaristo Montt Monsalve nació a las 20:00 horas del 1 de diciembre de 1900 en la localidad de Victoria (Provincia del Malleco, región de la Araucanía). Es decir, al momento de su muerte tenía 23 años.
Hijo de José y Candelaria, el registro da cuenta que su madre era costurera. Montt llega a Antofagasta a ganarse la vida en la empresa Ferrocarril Antofagasta, cumpliendo la función de vigilante.
Siendo trabajador de esta empresa, fue voluntario del cuerpo de bomberos de la misma, hoy, 6ta Compañía. Fue en estos menesteres donde se le hizo una de las dos fotografías que hoy se le conocen, donde sale en medio del grupo de voluntarios, sentado de piernas cruzadas.
Sobre este hecho, el voluntario y secretario honorario de la 6ta Compañía de Bomberos de Antofagasta, con 40 años de experiencia en la institución Denis Torres Rojas cuenta que”no tenemos registro de que haya sido inscrito en la compañía, pero en la foto donde aparece, sale con el uniforme donde lo reafirma. Ese dato lo tenemos. Además, su tumba está a pocos metros de donde están sepultados los fundadores de nuestra compañía”.
El libro de Oreste Plath da cuenta que el malogrado sereno tenía una esposa y 5 hijos. El parte de la empresa Ferrocarril Antofagasta constató tras el accidente que Montt era “casado de 22 años, domiciliado en calle Aconcagua n°150, con sueldo de $870”.
OTRAS VÍCTIMAS
Sobre el accidente, el estallido de una caldera de la locomotora produjo una explosión que mató también al maquinista Juan E. Cáceres y al fogonero Eulicio Ramírez, dejando herido de gravedad al cambiador de vías Claudio Chacana, quien falleció pocos días después en el hospital.
El cuerpo de Eulicio fue introducido un nicho más abajo que el de Evaristo, ambos compañeros de trabajo y tragedia hoy descansan casi uno al lado del otro en el cementerio municipal de Antofagasta.
La macabra explicación de por qué fue Montt recordado con una animita, y no sus otros compañeros se debe a que fue su cuerpo el que salió eyectado producto de la explosión, quedando estampado en la muralla de calle Valdivia donde hoy, sus devocionarios van a solicitar y agradecer favores.
El parte de la compañía respecto al accidente reseñó que, el destrozado cuerpo de Montt quedó “como a cuarenta metros de distancia, en la calle Valdivia. (…) El cadáver fue enviado a la morgue para practicarle la autopsia médica legal”.
El accidente conmocionó a la ciudad, sobre todo a los vecinos que se horrorizaron al ver el cuerpo destrozado del joven. Tras el accidente, los trabajadores de Antofagasta y Mejillones paralizaron, y los restos de las tres primeras víctimas fueron veladas en el teatro obrero de la ciudad, con una concurrida asistencia debido a la cobertura mediática que recibió el accidente.
A un centenario de este hecho, América García, jefa de Patrimonio y Desarrollo Territorial de la empresa Ferrocarril Antofagasta (FCAB) explica que “su animita, en barrio Estación se ha convertido en un ícono que hasta hoy se cubre de peticiones y agradecimientos. Este centenario no solo nos invita a recordar y honrar la memoria de este santo popular, sino también a reafirmar nuestros valores al bienestar de nuestra comunidad ferroviaria”.
A cien años de su muerte, la animita de Evaristo Montt en calle Valdivia sigue siendo uno de los lugares más visitados por quienes van a realizar plegarias en Antofagasta, donde sus velas raramente están apagadas.