Antofagasta, 1919. Víctor Vodánovic Razmilic se cuadra ante la cámara de la oficina de identificación luciendo un impecable traje y almidonado bigote, pero una perpleja mirada le revela incomodidad.
Originario de Dalmacia -región histórica de Croacia-, se encuentra realizando su trámite para regularizar su situación en el país. Si bien para 1919, Víctor a la sazón con 38 años ya llevaba 13 años de residencia en la ciudad, el procedimiento exigía, cual forajido western, fotografías del frente y del perfil de su rostro.
Fue esta imagen del ciudadano eslavo la que quedó preservada para la posteridad dentro de los más de 20.190 prontuarios civiles de extranjeros que fueron filiados por el Registro Civil y que hoy son conservados por la Universidad Católica del Norte (UCN).
Este acervo que incluso abarca el periodo boliviano del litoral, fue traspasada a la UCN en noviembre de 1981 ante el riesgo de ser incinerados por considerárseles ya innecesarios.
CARACTERÍSTICAS
Las nacionalidades más prevalentes en los prontuarios son europeas, específicamente de países como Alemania, Croacia, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Grecia, Luxemburgo, Lituania y la entonces Yugoslavia. De la región los principales son los países vecinos y México, y después una cantidad importante de árabes.
Al respecto Robert Sepúlveda, profesor de historia y administrador de proyectos educativos en la biblioteca de la UCN cuenta que si bien la mayoría de estos prontuarios son de inicios del siglo XX, también hay algunos más remotos referentes a la región.
“Los más antiguos que hemos visto de lo que actualmente es la segunda región; es decir, llegaron antes de que se iniciara Antofagasta, entre 1854 hasta 1950, siendo que Antofagasta recién se empezó a poblar en 1866”, explica.
Los documentos ofrecen una explicación pormenorizada de la apariencia física del registrado, enumerando rasgos como color del iris, nariz, orejas, mentón, labios, color del pelo y de la piel, talla altura y hasta el número de arrugas en el rostro.
También describe de su situación civil y laboral. Ejemplo esto es es el caso de Constanza Avellerópulos Payú, quien arribó al país un 22 de enero de 1923, “soltera”.
Junto con describir la apariencia física de la joven, el documento consta que la mujer sabe leer y escribir y se dedica “a las labores del sexo”. Sobre esto último, Robert Sepúlveda explica que “en esos años la mujer se dedicaba principalmente a los labores de su hogar y por lo tanto eran dueñas de casa. Por ende, los escribientes de la época no encontraban nada mejor que colocar “labores del sexo”, en atribución a que ejercían labores de casa”.
ACCESO A LA INFORMACION
La UCN entrega a la posibilidad de poder acceder a estos archivos de forma digital, realizando las gestiones vía mail o presencial para que sus funcionarios busquen el nombre de algún antepasado que podría figurar en el acervo.
Sobre esto, Karla Figueroa Aguilar, jefa de servicio al público de la Biblioteca UCN Antofagasta cuenta que este servicio no solo se limita a los alumnos de la universidad, sino también es abierto a la comunidad.
“El procedimiento es el siguiente; viene el usuario, pide la información a través de correo electrónico (karla.figueroa@ucn.cl) o puede venir personalmente, pero con el nombre de su antepasado para ser buscado. De ser hallado dicho archivo, lo escaneamos, le hacemos una carta de autenticidad y esa carta va con la firma del director de la biblioteca, para posteriormente remitirla vía correo electrónico al solicitante”.