Con más de 20 mil personas viviendo en situación de calle en Chile —según datos del Ministerio de Desarrollo Social de 2023—, el país enfrenta un desafío urgente que mezcla vulnerabilidad social, inseguridad en los barrios y el deterioro del espacio público.
En respuesta a esta realidad, se presentó un proyecto de ley que busca abordar de manera coordinada la proliferación de rucos, estas construcciones precarias que muchas veces se instalan en espacios públicos. La iniciativa no solo pretende recuperar estos lugares para el uso de la comunidad, sino también ofrecer una alternativa digna y real para quienes no tienen un hogar.
El proyecto nace de una preocupación evidente: cada vez son más frecuentes los conflictos entre personas sin techo y vecinos, debido a problemas de salubridad, seguridad e incluso violencia en algunos sectores. Y aunque la pobreza no debe ser criminalizada, tampoco se puede seguir ignorando una situación que afecta a comunidades completas y a personas que viven al margen del sistema.
¿Qué propone esta ley?
Entre sus puntos más importantes, la ley plantea:
● Establecer normas claras para el retiro de rucos, garantizando el respeto por los derechos humanos.
● Dar más facultades a las Delegaciones Presidenciales para coordinar estos procesos.
● Asegurar que las personas afectadas reciban apoyo real: diagnósticos sociales, ofertas de alojamiento y programas de reintegración.
● Que los espacios recuperados sean devueltos a la comunidad como áreas verdes, juegos o espacios culturales.
Además, se contempla un fondo especial para financiar estas acciones y la creación de planes regionales que se adapten a la realidad de cada territorio.
No se trata solo de “sacar gente”
El diputado Sebastián Videla, uno de los impulsores del proyecto, fue enfático: “Este proyecto no busca sacar gente de los espacios públicos sin más. Busca ofrecer soluciones humanas y reales. No podemos seguir dándole la espalda a quienes más nos necesitan”.
La propuesta también establece responsabilidades para los funcionarios públicos que no actúen ante estas situaciones, así como canales para que los vecinos puedan denunciar la presencia de rucos con garantía de respuesta oportuna.