El 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, establecido por las Naciones Unidas en 2017 con el objetivo concientizar a la población para reducir estos artículos y fomentar su consumo responsable.
Este camino la región de Antofagasta lo comenzó a pequeños pasos en 2016, cuando mociones municipales en conjunto con el apoyo de supermercados locales comenzaron a bajar paulatinamente la cantidad de unidades que entregaban a sus clientes.
Ya en 2018 se aprobó la ley que prohibió definitivamente el uso de estos productos en el mercado, pero su uso aún está vigente en ciertos comercios. Por ello, expertas en reciclaje de la Universidad Católica del Norte (UCN) cuentan cuáles son los pasos a seguir para erradicar definitivamente este producto.
En este sentido, la doctora en Ciencias de Recursos Naturales y académica del Departamento de Ingeniería Civil Ambiental de la UCN, Bárbara Fuentes Siegmund, dice que “la región de Antofagasta ha demostrado mucho compromiso con la eliminación de bolsas plásticas, incluso desde antes que se estableciera la Ley 21.100 que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en el comercio. Todas las campañas que ha realizado la municipalidad, centros comerciales, grandes tiendas, instituciones y supermercados sirvieron para incentivar a la comunidad a evitar el uso de bolsas plásticas, Hoy en día las personas ya se acostumbraron y usan sus bolsas de género o de otros materiales que tienen una mayor vida útil”.
ERRADICACIÓN
No obstante, para la eliminación definitiva de este producto, Fuentes explica que “se necesitan cambios en los estilos de vida de las personas que, a través de la toma de conciencia ambiental, vayan adquiriendo hábitos de compra más sustentables que incluyen la selección de productos menos contaminantes, productos con diseños amigables con el medio ambiente y también llevando sus propios envases para contener y transportar los productos”.
Agrega los efectos nocivos que tienen las bolsas en el medio ambiente, el cual en el caso de la comuna de Antofagasta llevó a la formación de un verdadero “cementerio de bolsas” ubicado en sector alto de La Chimba, los cuales ahogaban la microflora que se generaba en la zona cuando había precipitaciones. “Los plásticos son materiales derivados del petróleo, son compuestos que no se degradan bajo condiciones normales en el medio ambiente, por lo cual se acumulan y persisten durante mucho tiempo y además perturban el hábitat de la fauna. Muchas veces también vemos que los elementos de plástico son verdaderas trampas mortales para las especies, alterando sus patrones de alimentación, incluso se han encontrado muchos elementos y fragmentos plásticos en los estómagos de aves marinas, lo cual sin lugar a dudas es alarmante para nosotros que vivimos en una zona costera con mucha diversidad de avifauna marina”.
Por su parte, para Camila Sandoval Arancibia, jefa del Departamento UCN + Sustentable, agrega que “en Chile, se estima que antes de la Ley 21.100, se usaban 3.400 millones de bolsas plásticas al año, lo que equivale a un consumo de 200 bolsas anuales por persona, en que cada una de estas bolsas tiene un tiempo estimado de degradación de unos 500 años aproximadamente. También afectan a la fauna, por ejemplo, a las tortugas que se alimentan de medusas, ya que no tienen la capacidad para diferenciar si lo que están comiendo es una bolsa o una medusa. Los peces también están consumiendo microplásticos, y luego el humano come estos peces. Por lo tanto, esta contaminación nos afecta a los que la producimos y a los que no”.
Sobre este respecto, agrega que “lo mejor que podemos hacer es no generarlos, debemos ser cuidadosos y preocuparnos de que si vamos a ir a comprar debemos llevar nuestra bolsa o bien utilizar nuestra mochila o bolso para transportar”.
TRABAJO UCN
La Universidad Católica del Norte ha venido realizando un fuerte trabajo en esta materia, siendo uno de los más reconocidos el proyecto “Científicos de la Basura” que lidera el profesor Martin Thiel, académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN en Coquimbo.
No obstante, en Antofagasta también se han desarrollado iniciativas que tienden al reciclaje de productos, principalmente plásticos y papel. De esto habla Camila Sandoval, quien especifica que “respecto al uso de bolsas, se realizaron charlas internas y externas de concientización respecto a la contaminación del plástico y las bolsas durante el periodo de implementación de la ley, y el programa Recicla UCN entregó durante dos años aproximadamente bolsas reutilizables para apoyar a la comunidad en este nuevo proceso. En cuanto al plástico en general, la UCN, a través de los programas Recicla UCN y los Científicos de la Basura, llevan mucho tiempo concientizando a la comunidad respecto a cómo disminuir el uso de plásticos desechables y los efectos negativos que tiene la mala gestión de estos en el planeta y cómo nos afecta a nosotros mismos”.
Finalmente, agrega que “desde la planta de reciclaje Kuti de la UCN aportamos con el reciclaje de plásticos tipo 1, 2 y 5, que son las botellas, tapitas y mascarillas, evitando que terminen en la basura”.