Ricardo Díaz se convirtió en el primer gobernador regional de elección popular y tiene enormes desafíos a nivel local. Uno de ellos, es lograr articular a los diferentes actores para generar una mirada en conjunto de la región de Antofagasta como un territorio sostenible, diverso, inclusivo y más atractivo.
Para ello, Díaz explica que se debe lograr un complemento entre los municipios, los sectores productivos, la sociedad civil y, por cierto, con el apoyo del gobierno, para aunar esfuerzos e identificar los focos donde hay que invertir, cuál es el sentido de la región y hacia dónde se quiere llegar en los próximos años.
¿Cuál es esa vocación o propósito acá en la región?
Creo que es su diversidad. Es decir, que no se entienda como una región solamente minera, extractivista, donde sólo se explotan minerales y no existe desarrollo de los territorios, sino más bien una región con múltiples vocaciones: la faceta del astroturismo hay que potenciarla, como también incentivar el turismo de intereses especiales, como es el patrimonio de nuestras culturas indígenas.
Tenemos la vocación de generar vínculos más fuertes con los países vecinos con el corredor bioceánico; un desarrollo energético a través de las energías renovables no convencionales, el instituto del litio que está pendiente y la desalación de agua de mar, donde somos ejemplo a nivel nacional.
¿Aquí está entonces parte de la agenda para avanzar en un proceso de descentralización que beneficie al desarrollo local?
La idea es lograr que el nivel central entienda que aquí hay una vocación diversa y que existe una deuda con la región, que por muchos años no se ha saciado. Esta región entrega entre el 10 y 11% del PIB, y en inversión estatal no recibe más del 2%. Hay un desfase porque nuestros territorios no tienen la calidad de vida que hay en otras zonas, no está la conectividad de carreteras que se merece y no tenemos tampoco el acceso a internet para todos.
¿En estos desafíos cuál es su rol, su sello?
Lograr una mayor participación ciudadana en los temas importantes de la región. Estamos generando una política de participación y una articulación entre distintos actores para poder exigir las demandas planteadas desde una organización regional.
Este respeto al territorio y al medioambiente ahora es más crítico debido a que el cambio climático y la escasez hídrica nos afectan tanto. ¿Cuál es su diagnóstico sobre las necesidades ambientales de la región?
El cambio climático nos afecta mucho. Incluso el clima es distinto y tenemos que adaptarnos. La región cuenta con algunas fortalezas, como la capacidad energética que permite ir reduciendo las emisiones de CO2 al medioambiente y también tenemos la posibilidad de llevar agua de mar hacia el interior. Actualmente tenemos desalación de agua de mar que está alimentando con agua a parte de la población costera y también hay mineras que usan desalación de agua de mar en sus procesos.
Expertos dicen que estamos experimentando la peor sequía en décadas, ¿cómo debería actuar la región en esta materia?
Tenemos que seguir en la senda de incentivar el uso del agua de mar en la industria y que las grandes mineras vayan abandonando el uso de sus derechos de agua continental.
Es decir, la desalación es clave para el desarrollo sostenible del territorio y mitigar la escasez hídrica…
Claro, es clave para el desarrollo y diversidad productiva de la región. Las mineras tienen que ser más propositivas para encarar juntos el tema hídrico y recuperar los ecosistemas que se han dañado.
¿Y qué dice la minería al respecto?
Hoy hay más conciencia y están dispuestos a conversar. El “estallido social” planteó este tema, hay un proceso constituyente que lo aborda y el mercado internacional también los desafía a que cambien su producción y cuiden el agua y el medioambiente.
NUEVA SANITARIA
Respecto a aumentar la disponibilidad hídrica de la región, ya se conoce que la sanitaria CRAMSA, llegará a la región para abastecer a sectores urbanos que actualmente no cuentan con los servicios de agua potable y alcantarillado como el sector norte de Antofagasta, La Negra y el contorno de Calama. ¿Ve en este proyecto un apoyo para cumplir con este futuro sostenible y amigable con el medioambiente?
Si se logra concretar este proyecto sería una buena noticia para la región. Se hace necesaria una gran carretera hídrica de agua de mar desde la costa hacia el interior de nuestro territorio, con agua producida 100% acá.
El proyecto de CRAMSA apunta a cubrir sectores que no cubre actualmente Aguas Antofagasta, de tal manera que potenciará nuevas áreas productivas, permitirá el desarrollo de más emprendedores y dará acceso a agua potable a las personas.
Hace algunos días se creó la Mesa del Agua, Región de Antofagasta. ¿Cuál es el objetivo de la instancia?
El objetivo de la mesa es empezar a establecer en la región ciertos criterios de acción e ir considerándonos como habitantes del desierto más árido del mundo y que nuestro actuar, con respecto al agua, sea mucho más responsable. Tenemos que ser capaces de entrar en un enfoque de protección de este recurso que, además, es un derecho humano. La mesa del agua es un llamado a la región a ser más conscientes y consecuentes con la mirada de protección del agua.