Gracias al proyecto: “Patrimonio cultural arqueológico de los primeros poblamientos del desierto de Atacama: habilitación, registro y conservación”, ejecutado por el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo (IIAM) de la Universidad Católica del Norte y financiado por el Fondo del Patrimonio Cultural, Convocatoria 2022, del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, se están llevando a cabo una serie de actividades en pos del resguardo y estudio de antiguos vestigios de piedra (también conocidos como “líticos”) de los primeros habitantes del Desierto de Atacama.
Este trabajo es ejecutado actualmente en los depósitos del programa de investigación PriPoDA (Primeros Poblamientos del Desierto de Atacama) que albergan una de las más antiguas colecciones arqueológicas de la región. Estas piezas provienen de sitios arqueológicos datados entre los 13.000 a los 3.500 años antes del presente, y representan un testimonio material invaluable sobre la temprana ocupación de norte árido.
Según explica el director del proyecto, y reconocido arqueólogo, Dr. Lautaro Núñez, “es muy importante demostrar que estos espacios andinos ya estaban habitados mucho antes del comienzo de la agricultura y la vida aldeana. Mucho antes de eso esta región estuvo habitadas por sociedades cazadoras y recolectoras que produjeron sofisticadas herramientas de piedra, conocían muy bien el paisaje y sus ciclos, y se especializaron en la caza de camélidos salvajes como el guanaco y la vicuña”. Es decir, existe un pasado muy antiguo que hasta ahora conocemos muy poco, pero gracias a sus logros podemos explicar los cambios culturales que ocurrieron después y que explican la permanencia en este territorio de los grupos humanos hasta la actualidad y agregó que actualmente las comunidades han puesto énfasis en “valorar y proteger su patrimonio arqueológico que permiten conocer un poco más sobre el pasado, y a través de ellos, dar más fuerza a sus proyectos actuales y futuros”.
PROYECTO
El incremento de los estudios asociados a los primeros poblamientos del Desierto de Atacama, obligan a reordenar y actualizar las colecciones arqueológicas para su conservación y resguardo. Uno de los objetivos principales es facilitar el acceso de las comunidades, estudiantes e investigadores interesados en consultar y estudiar estos materiales.
Para ello, el programa PriPoDA ahora cuenta con una base de datos y documentación donde es posible obtener información de cada una de las piezas, como sus sitios de procedencia, características principales, las técnicas a través de las cuales fueron registradas y los proyectos de investigación relacionados. Como parte de esta iniciativa, también se habilitaron espacios destinados a realizar análisis especializados y se puso en marcha un repositorio online donde se pone a disposición publicaciones científicas y material visual complementario.
Actualmente las investigaciones continúan como parte de iniciativas de colaboración que reúnen tanto a las unidades territoriales de las comunidades, el equipo del IIAM-UCN y especialistas de diferentes disciplina. “Estamos ampliando las prospecciones y registro de sitios arqueológicos en los salares y lagos altoandinos, como parte de proyectos de investigación y planes de manejo arqueológico que son impulsados y ejecutados desde las mismas comunidades”, explicó Lautaro Núñez.
Este enfoque colaborativo y transdiciplinario resulta crucial no solo para la protección de los sitios arqueológicos, sino también para la generación y divulgación de nuevo conocimiento de una manera abierta y accesible capaz de responder las diversas necesidades actuales.