Durante la madrugada de este jueves 24 de julio, numerosos habitantes de la Región de Antofagasta reportaron haber visto luces brillantes desplazándose por el cielo. El fenómeno generó sorpresa y diversas especulaciones en redes sociales.
Aunque en un primer momento los avistamientos fueron atribuidos a meteoros o basura espacial, el director del Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta, Dr. Eduardo Unda-Sanzana, entregó un análisis técnico que esclarece el hecho.
Según explicó el astrónomo, el evento correspondió al reingreso a la atmósfera del cuerpo del cohete CZ-2C, lanzado en julio de 2019. “Una primera pista fue la baja velocidad del objeto. Luego, al consultar las bases de datos internacionales y simular su trayectoria con el software Orbitron y datos orbitales de CelesTrak (identificación NORAD 44452), obtuvimos una coincidencia precisa con los reportes realizados desde distintos sectores de la región”, detalló.
Este tipo de fenómenos, conocidos como reingresos no controlados, no son inusuales y, en la mayoría de los casos, no representan un peligro directo para la población. “Las órbitas de reingreso están diseñadas para que la basura espacial se desintegre completamente al entrar en contacto con la atmósfera”, explicó el Dr. Unda-Sanzana.
No obstante, el experto advirtió que, en raras ocasiones, algunos fragmentos pueden sobrevivir al ingreso y alcanzar la superficie terrestre. En ese caso, recalcó la importancia de no manipular ningún material encontrado, ya que podría ser peligroso.
El académico también hizo un llamado a las autoridades para avanzar en protocolos nacionales ante este tipo de situaciones. “Sería conveniente contar con un procedimiento claro frente a la detección de restos de basura espacial en superficie o ante la posibilidad de que un reingreso afecte una zona habitada”, planteó.
Finalmente, agradeció a las personas que compartieron registros visuales del fenómeno, en especial uno captado desde Minera Antucoya, el cual fue clave para confirmar la trayectoria del objeto.