A un año de la apertura de Wuhan, la ciudad de China en donde se inició el Covid-19 hacia fines del 2019, el ariqueño Cristian Pradenas Soto, doctor en política internacional que se encontraba estudiando en la Central China Normal University de Whuan, habló en exclusiva con este Medio para contarnos cómo evalúa la actual crisis, el manejo de la crisis sanitaria del Gigante Asiático y el de las autoridades chilenas.
¿Cómo evalúas el proceso de avance que ha tenido Wuhan, considerando que fue en esta ciudad donde se inició la pandemia?
Las medidas adoptadas por el gobierno de la República Popular China, fueron serias, sin permitir margen de error. La decisión de cerrar la ciudad y la provincia de Hubei significó el sacrificio económico de China velando por la seguridad de todo un país. Vivir la pandemia desde su epicentro me demostró la seriedad que significó para China enfrentar al Covid-19. Su experiencia tras el SARS (Síndrome respiratorio agudo grave) el año 2003 fue clave para adoptar protocolos y medidas sanitarias de control en el tránsito de la población.
La misión de detener el contagio, fue un trabajo a nivel de autoridades del gobierno Central, Provincial y Local, pero sobre todo comunal. La población de Wuhan trabajó codo a codo con sus autoridades para controlar el contagio. Y el sacrificio de muchos, incluso con su vida fue pagado finalmente con la apertura de la ciudad en abril de 2020.
¿Cómo evalúas que lo está haciendo Chile?
Deficiente, la ciudadanía chilena aun no comprende la gravedad de esta crisis, tuvimos instancias en que se redujeron los casos y nos encaminamos a lograr un nivel óptimo de control, sin embargo la propia idiosincrasia chilena es quien nos pasa la cuenta en estos días. Nuestras autoridades nunca encontraron el equilibrio entre interés político y el beneficio social. Porque a comienzos de la crisis en marzo, era más importante criticar las gestiones realizadas en lugar de unir fuerzas en contra de este virus.
Con liderazgos políticos quebrados, fue imposible lograr controlar esta enfermedad, y hoy nos encontramos en circunstancias en donde la población desestima la gravedad de esta crisis y se eleva al punto de considerarse manejo político y conspiración.
¿Qué políticas utilizadas en China, en materia de lucha contra el covid, replicarías para Chile?
El 13 de marzo ante la llegada de los primeros casos del virus a Chile, envié una propuesta titulada “Recomendaciones para el establecimiento de medidas frente a la crisis sanitaria provocada por el Covid19”. En este texto describía las primeras gestiones efectuadas por la República Popular de China, que se dividían en Medidas Domésticas, Atención Médica, a nivel Laboral, a nivel Educacional, respecto a extranjeros en Chile, medidas para funcionarios públicos, medidas para centros de menores y establecimientos de detención y cárceles y finalmente medidas para ciudadanos voluntarios.
Hoy, una de las medidas que sería efectiva para detener y segregar el virus es la cuarentena regional, con colaboración del contingente militar generando control comunal en procesos de dos a tres semanas, produciendo así un corte sanitario en etapas donde Chile podría detener al virus, bajo la premisa de una avanzada sanitaria. Para eso, las autoridades vecinales, locales y regionales jugarían un papel protagónico en la coordinación. En palabras simples involucrar a la comunidad en la lucha contra este virus.
¿Consideras efectivas las medidas de restricción de movimiento?
En la forma que se están realizando, para nada. La restricción tiene que ser organizada, y a la vez con logística preparada, no tiene ningún sentido hacer cuarentenas los fines de semana si de lunes a viernes todos están en la calle. Menos aún agotar al contingente sanitario y militar cuando deberían ser utilizados los recursos de otra manera, con cuarentena, operativos de detección del virus en las poblaciones, organización social para abastecimiento del hogar por mencionar algunas.
¿Qué reflexiones sacas a un año de la apertura de Wuhan, en lo que respecta a cómo replantearnos la “nueva normalidad”.
Wuhán logró el éxito por la colaboración entre su población y sus autoridades, si Chile quiere vencer al virus, debe hacer las paces a nivel político, y quien este como autoridad, debe dejar de velar por sus propios intereses y unirse con su contrincante político, porque esta pandemia no es una carrera a la presidencia, ni a un escaño en el parlamento o la convencional constituyente, esta pandemia es un daño al país a nivel emocional, económico y político, donde el deber de cada uno de nosotros es centrar al humano como lo más importante de un Estado.