En medio de una temporada decisiva para el equipo de voleibol Licancabur, una jugadora ha sabido ganarse el respeto y cariño de sus compañeras y del entorno deportivo local. Se trata de Janory Aoki, la primera voleibolista trans de Calama, quien a lo largo de su trayectoria ha defendido la camiseta de casi todos los clubes de la ciudad y hoy sigue dejando su huella en cada campeonato.
“Estoy muy agradecida por la oportunidad. Me siento orgullosa de pertenecer a Licancabur y de haber recibido siempre buena acogida en todos los equipos donde he estado”, expresó Aoki, quien además de aportar su experiencia en la cancha, se ha convertido en un símbolo de perseverancia y compromiso en una disciplina que, según cuenta, sigue luchando por alcanzar el profesionalismo en Chile.
Su historia con el voleibol comenzó desde pequeña, en una familia de raíces chinas marcada por la disciplina deportiva. “El voleibol ha estado en mi vida desde la infancia. Mi papá, mi hermana, toda la familia lo juega. Y aunque no nací en Chile, este país me ha acogido y me ha permitido desarrollarme en lo que amo”, relató.

Aoki reconoce que su camino no ha estado exento de desafíos. “Siempre hay piedras en el camino. Hay personas que te valoran, pero aún les cuesta aceptar que estamos presentes. Sin embargo, hoy puedo decir que somos parte de esta sociedad, que contribuimos como cualquier ser humano, aunque todavía falte para que los derechos sean los mismos para todos”, afirmó.
Actualmente, junto a su equipo, trabaja con la mirada puesta en el primer lugar del campeonato, tras haber conseguido varios podios en torneos anteriores. “Venimos trabajando juntas casi un año. En la cancha somos una familia y eso se nota”, señaló con entusiasmo.
Además de destacar por su talento, Janory lleva un mensaje claro: vivir con intensidad y luchar por los sueños. “La vida es una. Disfruten, salgan, conozcan el mundo. Crean en ustedes, luchen por sus anhelos y desafíos. Eso es lo que hago todos los días y espero que otros también lo hagan”, concluyó.
Hoy, más que una jugadora, Janory Aoki se ha transformado en un referente para muchas personas en Calama y en el norte de Chile, demostrando que el deporte también puede ser un espacio para la diversidad, el respeto y la construcción de nuevas oportunidades.