Por 64 votos a favor, 61 en contra y 20 abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó el proyecto que buscaba rebajar el impuesto específico a las gasolinas automotrices y petróleo diésel por medio de una modificación a la Ley 18.502, que aborda dicha materia.
En rigor, el proyecto planteaba una rebaja del 50% del citado impuesto. Esto sería aplicable en caso de estado de excepción constitucional o alguna calamidad pública que afecte o comprometa gravemente el empleo e ingresos de la ciudadanía. Asimismo, consideraba que la disminución se debía mantener hasta que cesara el acontecimiento que lo motivó, así como también sus consecuencias.
Algunos/as legisladores/as compartieron que el impuesto específico ya tuvo su justificación. Y, si bien llamaron a modificarlo, plantearon avanzar en la línea de los gravámenes verdes. Es decir, que desincentive el uso de aquellos factores contaminantes como los combustibles fósiles. Otra opción, es entregar franquicias o incentivos tributarios por el empleo de electromovilidad.
Asimismo, se planteó que se aplique a todos por igual, incluyendo a la industria, hoy no afecta a él. De tal modo, varios recordaron que las empresas mineras, la aeronáutica y el transporte marítimo no pagan este impuesto.
Otro argumento que se mencionó reiteradamente es el de la inconstitucionalidad del proyecto. Ello, porque cualquier norma relativa a impuestos es una materia de exclusiva iniciativa del Ejecutivo.
Paralelamente, se llamó la atención que una rebaja en este impuesto es regresivo, ya que favorece a los que más tienen. Junto a esto, se recordó que en la pandemia se requieren de recursos para apoyar los beneficios sociales entregados por el Estado.
También se alertó que la experiencia internacional muestra que una rebaja o eliminación del cargo fiscal no es necesariamente traspasado al cliente. Por el contrario, en la mayoría de los casos, es un valor que absorben las empresas distribuidoras de combustible como ganancia.
Información de camara.cl