Esta semana se está celebrando la semana de la Educación Técnico Profesional (TP). Este hito hace que en variados puntos del país y en una multiplicidad de formas, los principales actores del sistema den cuenta del trabajo realizado, de los avances en la formación e inserción de los estudiantes, de sus logros y principales desafíos.
Este año es especial, no solo por los acontecimientos que nos tienen hoy viviendo, trabajando y estudiando a distancia y confinados, sino porque esta celebración se hace a la luz de importantes hitos que buscan potenciar la Educación TP en todos sus niveles.
Desde la Educación Superior, podemos comentar un par de hechos relevantes que apuntan precisamente en esa dirección. Una nueva institucionalidad dada por la Ley 21.091 de 2018, que entre sus principales lineamientos establece una provisión mixta y la creación de 2 subsistemas: el universitario y el técnico profesional con lo que queda establecida desde la ley, la relevancia de este segmento de la Educación Terciaria. Junto a ello, la creación de una robusta estructura de gestión: una Subsecretaría de Educación Superior que cumplió su primer año de funcionamiento este mes, encargada de elaborar, coordinar, ejecutar y evaluar políticas y programas para el desarrollo TP, apoyada en una División TP de alcance específico. Todo lo anterior amparado en una Estrategia Nacional de formación Técnico Profesional para el período 2018-2030 que define prioridades para el fortalecimiento del sector y entrega una mirada moderna de como debe desarrollarse la formación TP donde la pertinencia, la calidad y la articulación son elementos angulares.
En este contexto, otro hecho relevante para celebrar la Educación TP este año, es la instalación en la ciudad del Centro de Formación Técnica Estatal de Calama, Región de Antofagasta, como parte de una política pública, la Ley 20.910, que estableció la instalación de 15 de estos Centros en las distintas regiones del país con la finalidad de aumentar la oferta de formación superior.
Desde marzo de este año se están impartiendo clases en las primeras carreras que pasan a formar parte de las posibilidades con que cuentan hoy, todos quienes deseen dar un salto importante en sus vidas y en su desarrollo profesional a través de la educación superior. Instalado con el ánimo de contribuir a que muchas personas puedan acceder a educación de calidad, pertinente a la región y a su tramado productivo, con los beneficios de gratuidad y becas, el CFT de Calama aportará decididamente al desarrollo material y social sostenido, sustentable y equitativo de la Región de Antofagasta.