En una declaración conjunta, las Universidades Antofagasta y Católica del Norte, sumado a la Asociación de Industriales mostraron su molestia y gran decepción, por el anuncio realizado por Corfo, de adjudicar el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) al consorcio norteamericano UAI, en desmedro del proyecto presentado por las casas de estudios de la región, más aún cuando el proyecto será en la región de Antofagasta.
En el escrito indican que “la Universidad de Antofagasta (UA) y la Universidad Católica del Norte (UCN), casas de estudios con una amplia trayectoria, calidad, identificación y conocimiento del territorio donde se circunscribe este proyecto, consideran que la decisión de la Corfo representa un golpe al desarrollo científico y tecnológico del país y de la región en particular”.
Los rectores de la UA y la UCN aseguraron que “la adjudicación del proyecto a un consorcio extranjero, deja en un segundo plano a las universidades chilenas -las instituciones generadoras de la mayor parte de la investigación y el conocimiento en Chile- en la carrera tecnológica por desarrollar áreas claves para el futuro, como la energía solar, la minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales, y el hidrógeno verde”.
Añaden que “desplazar fuera de nuestras fronteras el protagonismo en estos temas, es un error estratégico que tendría un grave costo para los planes de encaminar a nuestro país en la senda del desarrollo sostenible, y en el mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos”.
“Por esta razón, no compartimos la decisión de la Corfo y tampoco comprendemos cómo argumentos tan importantes no fueron considerados en el proceso de adjudicación, independientemente de los indicadores, montos y otros antecedentes presentados por los consorcios participantes”, cerraron.
Alegría en Corfo
Pablo Terrazas, director nacional de Corfo, explicó que la empresa reúne a las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, la que tendrá que trabajar de manera colaborativa con los planteles de educación superior locales y con los institutos y empresas que desarrollan materias de energías renovables.
Agregó que “este consorcio que se ha adjudicado la creación del instituto, contará con una inversión de 265 millones de dólares durante los primeros diez años. Lo que buscamos es que este instituto siga prestando servicios a las pymes y empresas que desarrollan este tipo de iniciativas relacionadas con la energía y la minería”.
Finalmente, señaló que “estamos muy contentos, porque esto va a significar poder transformar a Chile en un verdadero laboratorio con tecnologías de punta en materia solar y energías renovables. Esto va ser muy importante para la reactivación de la economía”.