Este jueves se realizó la firma de los acuerdos transversales alcanzados en el marco de Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta (EMRA) 2023-2050 en la explanada del Monumento Ruinas de Huanchaca, junto a autoridades y representantes públicos, privados, las comunidades, las universidades y la sociedad civil, con el claro objetivo de compartir las principales evaluaciones y recomendaciones de este instrumento de la OECD, además de proporcionar las directrices para una estrategia minera regional destinada a potenciar el territorio, que se resume en 20 acuerdos.
Este relevante hito en Latinoamérica estuvo encabezado por las ministras del Interior, Carolina Tohá; y de Minería, Aurora Williams.
En la ocasión, la ministra Tohá destacó que lo realizado en la región de Antofagasta es ejemplar, en el sentido de levantar desde el territorio una mirada que incorpora a los distintos actores de la zona y en colaboración con la academia y el sector privado, con el apoyo de la OECD y la participación de distintos actores de la sociedad. “Antofagasta, como ciudad y región, es la capital minera de Chile y del mundo, y se piensa a sí misma -estratégica e integralmente- en cómo ocupar este producto para el bienestar de su comunidad, cómo hacerlo de manera sustentable y maximizando el provecho que podemos tener como sociedad, pero también preservando el provecho de las generaciones futuras”.
En tanto, la ministra de Minería, Aurora Williams, valoró este hito único a nivel nacional, junto con destacar que no va a existir una minería 4.0 sin una base social sólida. “Esta experiencia que hoy nos están presentando, que es una estrategia minera para generar bienestar en la región de Antofagasta, es la gran oportunidad de mirar en forma optimista el hecho de que podemos resolver nuestros temas en base a una industria virtuosa y necesaria para el mundo, en donde nosotros tenemos las reservas más importantes en cobre, litio y otros metales y minerales”.
Asimismo, felicitó la iniciativa, indicando que puede ser el eslabón que permita articular y resolver en forma efectiva los dolores y problemas que afectan al territorio.
Durante la jornada, el gobernador de Antofagasta, Ricardo Díaz Cortés, presentó los elementos claves que, a partir del estudio de la OECD, se esperan incorporar y aplicar en la implementación de la Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta 2023-2050.
En su intervención, la autoridad profundizó en los detalles de los acuerdos alcanzados, junto con destacar su importancia. “En esta región, ambientalistas, mineros, gente de la academia, alcaldes, representantes de la sociedad civil y pueblos originarios fuimos capaces, con todas las diferencias que tenemos, de darnos la oportunidad de conversar y de soñar con un futuro distinto. Muchas gracias por estar acá, por esta oportunidad, y construyamos juntos esta estrategia regional”, manifestó.
FIRMA SIMBÓLICA DE ACUERDOS
La Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta (EMRA) 2023-2050, fue impulsada y financiada por el Gobierno Regional de Antofagasta y ejecutada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), quien levantó el Caso de Estudio de la región, en el contexto del Programa de Regiones y Ciudades Mineras, quienes a partir de ahí realizaron sus recomendaciones.
En la ocasión, tuvo lugar la firma simbólica de los acuerdos transversales alcanzados en distintas dimensiones por el Gobierno Regional, con el sector minero y las comunidades, lo que marca un punto de partida para la futura gobernanza que la región de Antofagasta busca establecer con el objetivo de promover una minería más sostenible que contribuya al bienestar en la zona.
Para ello, representantes de todos los sectores firmaron el lienzo “Nuevo Pacto Social”. Que marca sólo el inicio de un trabajo conjunto y colaborativo a futuro, bajo los 20 acuerdos y directrices que el Consejo Regional (CORE) de Antofagasta debe validar y ratificar. Bases que se asocian a 4 dimensiones y que serán el soporte de este instrumento regional. El proceso implicó cerca de 90 reuniones con representantes de los sectores público y privado, así como comunidades indígenas, no indígenas y académicas, esfuerzo que ha sido acompañado por tres revisores homólogos de Canadá y Estados Unidos.
4 DIMENSIONES
La Dimensión Ambiental incluye aspectos como transición para una minería más sustentable; transición hídrica: reducción del uso de agua continental; transición energética: uso de energías renovables e hidrógeno solar; reducción de gases de efecto invernadero; reducción de generación de residuos de aire, tierra y agua; compromiso por la biodiversidad y la conservación del capital natural y su recuperación; y la transparencia en los sistemas de monitoreo ambiental.
En la Dimensión Social se establece: educación de calidad para desarrollar oportunidades, contribuir al desarrollo de ciudades sustentables, aumento de la participación laboral femenina en la industria minera, y contribuir al desarrollo sustentable de las comunidades locales.
La Dimensión Económica considera el compromiso regional por una minería competitiva e innovadora con estándares de clase mundial, fortalecer la participación de proveedores locales en la cadena de valor de la minería, desarrollo de logística e infraestructura común, y fortalecimiento de alianzas con universidades regionales en innovación y tecnología.
En tanto, la Dimensión Institucional incluye desarrollo de una institucionalidad pública regional sólida y coordinada, fortalecimiento de recursos y capacidades en el ámbito público regional, y fortalecimiento de la institucionalidad para la innovación y la productividad.
El lanzamiento oficial de la Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta se espera realizar una vez que cuente con la revisión y aprobación del Consejo Regional de Antofagasta.
OECD
El evento marcó el lanzamiento del Caso de Estudio de la Región de Antofagasta en el contexto del Programa de Regiones y Ciudades Mineras de la OCDE. En esta línea, el jefe de la Unidad de Desarrollo Regional y Rural de la OECD, Enrique Garcilazo, indicó que “lo que he visto en los últimos 20 años -tiempo que llevo trabajando en la OECD- es que el modelo de desarrollo ha cambiado y ahora se está buscando cómo diseñar modelos que puedan dar bienestar a la gente a través de cuestiones económicas, sociales y medioambientales. Por ello, me da mucho gusto estar aquí hoy y ver el nacimiento de esta estrategia que viene desde el territorio, que es una visión que se ha forjado desde diferentes actores, que viene de un diálogo de múltiples reuniones con el sector público, las empresas privadas, las comunidades indígenas, la sociedad civil y las universidades”.
El encuentro también contó con la intervención de Andrés Sanabria, coordinador de la Iniciativa OECD Regiones y Ciudades Mineras, quien realizó la presentación “Hacia una Estrategia para el Bienestar de la Región de Antofagasta 2023-2050”.
APORTE UCN
En 2022, la OECD inició al Caso de Estudio sobre Regiones y Ciudades Mineras de la OECD en Antofagasta, en colaboración con la Universidad Católica del Norte (UCN), con el propósito de respaldar al Gobierno Regional en la formulación de los fundamentos de una estrategia minera para la zona. En este marco, el Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la UCN participa en forma activa en la coordinación técnica y administrativa para la elaboración de dicha Estrategia Minera para el Bienestar de la Región de Antofagasta.
Al respecto, el rector de la UCN, Dr. Rodrigo Alda Varas, expresó la importancia de estos espacios de conversación, los que han permitido reconocer y validar al otro para encontrar convergencias y conocer las divergencias. “Este proceso de conversación ha sido capaz de ir generando las confianzas entre los distintos actores que estamos dentro del territorio, para contar con una mirada de corto, mediano y largo plazo, que es fundamental para la estrategia de una región”, afirmó.
Este aporte también fue resaltado por el rector de la Universidad de Antofagasta, Marcos Cikutovic, quien puso de relieve el aporte de las instituciones del Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH).