En el auditorio de la biblioteca de la Universidad de Antofagasta, se realizó el simposio sobre escasez hídrica, denominado “Rhizosphere Extreme Microbiome Consortium: A national network for a multiomic-based approach for a rational Design, Build and Prospection of microbial consortia from extreme environments plants to mitigate the MegaDrought in Chile.”.
Iniciativa científica que propone el estudio de microorganismos asociados a las raíces de las especies vegetales del Desierto de Atacama y la Antártica, los cuales una vez aislados, pueden ser utilizados con la intención de favorecer respuestas adaptativas al estrés hídrico en especies de interés comercial estimulando procesos de resiliencia y resistencia a la sequía.
Esta investigación es liderada por el Dr. Pedro Zamorano Molina de la Universidad de Antofagasta, quien encabeza este estudio multidisciplinarios que cuenta con el financiamiento de Investigación Estratégica en Sequía, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y la colaboración investigadores de la Universidad de Valparaíso, la Universidad de la Frontera y la Universidad de Antofagasta.
Durante varios meses este grupo de científicos estudió las comunidades de microrganismos (microbioma) presente en la rizósfera de plantas, es decir, bacterias ubicadas entre la zona de raíces y el suelo más cercano, en especies que habitan ambientes secos del Desierto de Atacama y la Antártica.
Con el apoyo de estudios de microbiología, genómica avanzada, metabolómica y el diseño racional por bioinformática, se crearon tres consorcios bacterianos, es decir, grupos de bacterias preparadas y ensayadas en plantas de trigo y sometidos a estrés hídrico.
“Diseñamos consorcios microbianos para inocular eventualmente la rizósfera de plantas de interés comercial. Estos microorganismos son capaces de generar moléculas que interaccionan con las plantas y les permiten generar una respuesta adaptativa al estrés hídrico y soportar mejor la disminución de agua ya sea de lluvia o riego”, explicó el Dr. Zamorano.
El científico agregó que se busca replicar una respuesta o regulación natural de las plantas de ambientes extremos, a través de un consorcio de bacterias que fueron aisladas y vinculadas a un sustrato. “Nosotros agregamos este sustrato a la planta para que las bacterias se desarrollen en la raíz o rizosfera y modulen la respuesta de la planta, haciéndola más resistente con la sequía”, precisó.
El proyecto se enmarca en una propuesta de Ciencia Abierta para la creación de una red de investigadores nacionales e internacionales llamada REMC, que busca encontrar soluciones a los problemas derivados de la mega-sequía que sufre el país, en donde los resultados y productos derivados del proyecto, se compartirán ampliamente con la comunidad científica y el público en general.