La celebración de la fiesta chica patronal de San Juan y San Antonio que se llevó a cabo en Conchi Viejo, fue la oportunidad para inaugurar las nuevas obras en el calvario de la comunidad, que incluyeron la construcción de un sombreadero con asientos con una capacidad cercana a las 100 personas y la plantación de doce árboles nativos. Esto fue realizado con el apoyo de Minera El Abra como parte del convenio de colaboración suscrito entre ambas partes este año.
Boris Medina, Presidente de Minera El Abra, explicó que “actualmente existe un convenio donde se trabaja en mejoras para la comunidad, pero más que eso, nuestra relación con Conchi Viejo se basa en las políticas de ser buenos vecinos y entender cuáles son las necesidades mutuas. Lamentablemente, durante muchos años esta ceremonia fue hecha al sol y sin un lugar para sentarse y con este proyecto la ceremonia se podrá llevar a cabo de la mejor forma”.
Iván Barriga Galleguillos, presidente de la comunidad destacó el trabajo mancomunado. “Estamos en una nueva etapa con El Abra en el relacionamiento comunitario, hemos trabajado de buena forma con el tema de becas y proyectos. Este es el proyecto inicial para lo que viene en el año con el plan maestro que tenemos, donde están considerados varios otros proyectos. Esta es una necesidad que se manifestaba desde hace mucho tiempo y ahora se puedo concretar para beneficio de todos”.
La festividad religiosa este año congregó a más de cincuenta personas que participaron en la peregrinación y posterior liturgia en el calvario de San Juan y San Antonio. Este espacio fue agradecido por los fieles, entre ellos, por Rosa Galleguillos, fabriquera de la iglesia de Conchi Viejo. “Era necesario para protegernos del sol, del viento y del frío. Le doy gracias a Dios y a las personas que hicieron esto posible y esperamos que haya muchos proyectos más por parte de nuestros vecinos de Minera El Abra. La idea es que el pueblo crezca para nuestras futuras generaciones y no se pierdan nuestras tradiciones”, destacó.
Por su parte Fresia Galleguillos puntualizó que “la fiesta de los santos era una fiesta en la que participaba muy poca gente, eran sólo familias, y como se ha visto, ya ha crecido y reúne mucha gente cada año. Siempre se realizó en este lugar, en el calvario. En años anteriores sólo estaba el altar, y afortunadamente hoy, Minera El Abra nos entrega este aporte”.
Las obras en el calvario se realizaron con piedra volcánica y mano de obra local en cerca de un mes de trabajo que incluyó árboles nativos como chañares, pimientos y cactus, como parte de un plan de reforestación para armonizar con el entorno.