En una preocupante denuncia realizada este jueves 17 de abril, Liliana Araya, presidenta regional y comunal de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal (CONFUSAM) de Calama, expuso la situación sanitaria que enfrenta el Cesfam Central de Calama, luego de constatar la presencia de roedores en sus instalaciones.
Según la dirigenta, estos animales provienen del ex hospital de la ciudad, un recinto abandonado hace ya entre 7 u 8 años, que se ha convertido en un foco de insalubridad.
“Fuimos al Cesfam y lamentablemente nos encontramos con ratones, pero el problema no nace ahí. Estos roedores vienen del ex hospital de Calama, que está totalmente abandonado”, señaló Araya, quien además advirtió que la falta de uso del antiguo recinto hospitalario no solo genera problemas sanitarios, sino también de infraestructura, con techos caídos y entretechos contaminados con heces de roedores.
“Esto no está impactando solo al consultorio, sino a todos los lugares colindantes con el ex hospital. Desde la mirada sanitaria, esto es gravísimo, porque los roedores son altamente contaminantes y pueden transmitir múltiples enfermedades”, advirtió.

La denuncia fue presentada formalmente ante la Seremi de Salud y la Delegación Presidencial Provincial de El Loa. Tras reuniones con ambas autoridades, se comprometieron medidas inmediatas como limpieza del exterior, retiro de basura y maleza, así como el control de plagas tanto dentro como fuera del recinto abandonado. Las acciones comenzarán el miércoles 23 de abril y estarán a cargo del Servicio de Salud Antofagasta.
Pese a estas medidas, Araya cuestionó por qué en todos estos años no se ha reacondicionado el ex hospital, considerando la grave falta de infraestructura en la atención primaria. “El hospital de Antofagasta fue reacondicionado y volvió a funcionar. ¿Por qué no se ha hecho lo mismo acá, cuando en el Cesfam Central tenemos una tremenda falta de box y médicos sin espacios donde atender?”, reclamó.

La dirigente sostuvo que el ex hospital podría ser una solución parcial al déficit de infraestructura que enfrenta Calama, cuya población creció aceleradamente. “Hoy tenemos más de 137.000 personas ingresadas al sistema vía per cápita, cuando los centros de salud fueron creados para atender a 20.000. Hay CESFAM que ya superan los 40.000 usuarios”, explicó.
Finalmente, Araya hizo un llamado a las autoridades a dejar de postergar soluciones. “Se hablaba de una licitación para demoler el edificio, pero eso podría demorar otros 10 años. Ya llevamos 8 esperando. Tenemos un edificio gigante al lado del CESFAM Central sin ningún uso y 12 médicos sin dónde atender. Esto no depende de la atención primaria, sino de las gestiones del Servicio de Salud y de la voluntad de hacer salud pública como corresponde”, concluyó.