La historia de la Orquesta de Niños del Altiplano comenzó en 2001, cuando su fundadora y directora, Paola Canto, decidió llevar a cabo esta iniciativa, un sueño musical que ha beneficiado a distintas generaciones de Calama y Alto el Loa.
Dos décadas atrás Minera El Abra decidió apoyar a la orquesta, que con el tiempo se convirtió en un proyecto emblemático en el altiplano. “Gracias a Minera El Abra hemos logrado cambiarles la vida a muchos estudiantes, haciendo que aprendan múltiples virtudes y valores a través de la música, como ser solidarios y perseverantes. El aporte sostenido de fondos por estos 20 años nos ha permitido contar con una planta de profesores permanente para continuar las clases”, comentó Paola.
Los pioneros del proyecto fueron 17 alumnos y alumnas de la comunidad de Chiu Chiu, quienes recibían clases de formación musical durante los fines de semana por parte de los profesores de la Escuela G-52 San Francisco de Chiu Chiu.
El proyecto se realizó bajo el alero del “Centro de Desarrollo Social y Cultural: Orquesta de niños del Altiplano”, institución sin fines de lucro que tiene dentro de sus objetivos la atención de estudiantes con descendencia de pueblos originarios, vulnerables y/o con necesidades educativas especiales.
Actualmente, el programa de desarrollo de la orquesta otorga formación musical a niñas y niños, quienes reciben clases teóricas y prácticas y un instrumento en comodato, abriendo las posibilidades de aprendizaje de valores propios de la formación orquestal.
Durante 2020 y 2021, dado el escenario de pandemia, la orquesta ha realizado dos Campamentos Musicales Online; “Unidos en Tiempos de Pandemia” y, “Bootcamp, Emociones y Pandemia”, que incluyeron talleres musicales con énfasis en educación emocional y terapia para sobrellevar las consecuencias en salud mental tras la emergencia sanitaria. Respecto de los proyectos a futuro, a comienzos de 2022, se llevará a cabo un concierto homenaje a los 17 alumnos y alumnas que conformaron la primera Orquesta de Niños del Altiplano. Además, se reconocerá a El Abra por su apoyo incondicional desde el inicio del proyecto, proporcionando un aporte invaluable a centenas de jóvenes de pueblos originarios, que han sido parte fundamental en la trayectoria de la orquesta.