A la 1:15 de la tarde, un fuerte sismo de magnitud 6,5 se registró cerca de Diego de Almagro, en la Región de Atacama, provocando alarma entre los habitantes de Copiapó y zonas aledañas. Aunque no se reportaron daños estructurales de consideración, sí se registraron caídas de cielos falsos, roturas de vidrios y afectaciones en construcciones antiguas, especialmente de adobe.
Sergio León Ríos Sismólogo e investigador
AMTC de la Universidad de Chile explicó que este movimiento telúrico forma parte de la actividad sísmica natural que caracteriza a nuestro país. Según detalló, el temblor se originó a 76 kilómetros de profundidad, al interior de la placa de Nazca, en un sector ubicado prácticamente bajo los asentamientos de la zona.
“Copiapó está asentada sobre depósitos más arenosos y fluviales por la presencia del río, y eso provoca que las ondas sísmicas se amplifiquen. Por eso, aunque el sismo ocurrió a gran profundidad, se sintió con mayor fuerza en superficie, generando daños superficiales y afectando principalmente a estructuras más antiguas”, explicó León.
El experto reiteró que si bien los sismos no se pueden predecir, este tipo de eventos deben tomarse como una advertencia natural. “Es un recordatorio de lo preparados que tenemos que estar. Chile es un país sísmico, y particularmente en esta zona no ha ocurrido un gran terremoto desde 1922, cuando un sismo de magnitud 8,5 sacudió la región. Es la tierra recordándonos que debemos mantenernos alertas”, cerró.