El Festival Internacional de Cine Latino de Toulouse presentó el estreno mundial de “Cobija”, el nuevo documental de la destacada realizadora chilena Pamela Pequeño. La cinta, rodada en los imponentes paisajes del desierto de Atacama y la costa pacífica, se sumerge en las ruinas de un antiguo puerto boliviano para explorar memorias familiares, mitos locales y la obsesión por un tesoro perdido.
“ Estrenar en el Festival de Toulouse es la culminación de 10 años de trabajo en el norte de Chile y una excelente ventana para su proyección al mundo. El festival pone en relieve la producción cinematográfica de Latinoamérica con cierto énfasis en lo territorial, comunidades y personas invisibilizadas, lo que es coherente con nuestra película. Cobija fija su mirada poética y sensorial en esta perdida caleta de pescadores del desierto chileno. Al mismo tiempo, es un viaje de mi regreso al lugar y también, un rescate de la resistencia de su comunidad, su forma de vivir y también, de su misterio.” explicó Pamela Pequeño, directora del filme.
Por su parte, Cecilia Gómez, productora de la pieza audiovisual, expresó que “Cobija es un hito tremendamente significativo para la región y para el país, puesto que no recuerdo otra película de estas características, con financiamiento público prácticamente en su totalidad, dónde se exponen historias, personas y paisajes locales al mundo. Para mí es un sueño mostrar parte de mi región en un festival tan importante, donde este territorio realza no sólo por la minería, si no también por su aporte artístico, cultural, por su belleza y por poner en realce historias humanas que atrapan a cualquiera”.
Sinopsis
En “Cobija”, un pequeño pueblo de pescadores enclavado en el norte de Chile, la directora regresa a los vestigios de lo que fue un próspero puerto boliviano. Guiada por los relatos de su tío, emprende una búsqueda personal para reconstruir fragmentos de su historia familiar y, quizás, hallar el legendario tesoro del que tanto se hablaba. En su camino, Danilo, guardián de la memoria colectiva del lugar, se convierte en un guía clave, entretejiendo crónicas de los habitantes con las fuerzas naturales que han moldeado —y arrasado— este territorio. Filmado en película, el documental es una carta visual íntima y poética que combina el viaje íntimo con la reflexión sobre el paso del tiempo y la identidad.