Como una forma de informar a la comunidad los pasos a seguir cuando se está frente a la necesidad de presentar una denuncia por presunta desgracia, el subjefe de la Brigada de Homicidios de la PDI Antofagasta, subprefecto Jaime Pérez entregó algunos consejos que pueden ser de mucha ayuda.
El oficial indicó que es necesario recordar que no debe transcurrir un tiempo determinado para interponer una denuncia, ya que esto va a depender de la particularidad de cada caso (edad del desaparecido, condición emocional, circunstancia de la desaparición, etc).
Agregó que si se desconoce el paradero de una persona y luego de intentar contactarlo por los medios usuales, no se logra ubicar se debe judicializar el caso mediante la denuncia respectiva en cualquier unidad policial, así como en dependencias del Ministerio Público.
En cuanto a la efectividad de este trámite en la PDI, se puede indicar que entre enero y febrero de este año se logró una efectividad de 84% en decretos investigados por presunta desgracia a nivel regional, diligenciados por las distintas unidades de la Región de Antofagasta en una etapa de mayor movilidad en el contexto de la pandemia.
El subprefecto Jaime Pérez recalcó que si se realiza una denuncia por presunta desgracia, hay que tener en cuenta que deberá otorgar datos de las personas con las que tiene mayor comunicación en los círculos familiares, sociales, laborales u otro, según corresponda.
Igualmente, al momento de realizar una denuncia por presunta desgracia, se debe otorgar el mayor número de características de la persona extraviada, por lo que deberá entregar información sobre elementos físicos (estatura aproximada, peso, contextura, etc), además de tatuajes, piercings, perforaciones, cicatrices, lunares u otro de relevancia y antecedentes médicos, físicos y/o psiquiátricos, adicciones o uso medicamentos.
Finalmente el subprefecto Pérez agregó que cualquier otro antecedente es relevante para iniciar la investigación por presunta desgracia y permitir ubicar o dar con el paradero de la persona adulta, niña, niño o adolescente perdido.